INMEDIATOS VS. DIFERIDOS
Entendemos por implante inmediato aquel que insertamos en el lecho del diente recién extraído.
El implante inmediato se inserta en el lecho del diente recién extraido, siempre y cuando este libre de infecciones que puedan comprometer su estabilidad en el momento de la colocación.
Regeneramos el hueso mediante un injerto generalmente de origen animal acelular (también es posible el uso de hueso del mismo paciente), en las zonas vacías que nos han dejado las raíces dentarias.
La ventaja de este implante respecto a uno diferido es el ahorro de tiempo, el ahorro de actos quirúrgicos y, porque no, ahorro económico.
¿Qué es un implante diferido?: aquel que insertamos en la estructura ósea una vez que este se ha regenerado, es decir, al menos 3 meses después de la extracción del diente.
Existen muchos tipos de regeneración ósea: las más frecuentes son la elevación de seno maxilar y los injertos óseos.
La elevación de seno maxilar, hace referencia a un tipo de técnica para aumentar el ancho y altura del hueso en la zona de premolares y molares del maxilar superior, especialmente, cuando debido a la pérdida de dichas piezas dentarias, estas cavidades que constituyen los senos maxilares, descienden y limitan la colocación de un implante dental.
La elevación de seno maxilar es una cirugía ambulatoria, con un post operatorio y recuperación de aproximadamente 2-3 dias.
Usualmente, la colocación de los implantes posterior a la elevación de seno maxilar, se realiza posterior a un periodo de cicatrización de aproximadamente 3 meses, periodo durante el cual, se regenera el hueso que permitirá la colocación del implante.
Dependiendo de la cantidad de hueso a regenerar, es posible colocar los implantes durante el mismo acto quirúrgico. Para ello, el estudio pre operatorio a través de un TAC, es sumamente importante en la planificación del tratamiento.
Las técnicas de regeneración ósea se utilizan para incrementar las zonas con ausencia o poco hueso para la nueva formación ósea. Este conjunto de técnicas nos permite la posterior colocación de implantes dentales en pacientes que no disponían de una estructura ósea suficientemente sólida.
Existen muchos materiales sustitutivos de hueso conocidos como biomateriales. Los más utilizados son el hueso autólogo (del propio paciente), el hueso de origen animal (xenoinjertos) o el hueso alógeno. Todas las opciones son completamente seguras, con lo cual es imposible la potencial transmisión de cualquier patógeno. Cada biomaterial tiene que estar indicado de forma personalizada según las características de cada caso. El biomaterial se recubre con una membrana reabsorbible de colágeno o de PRF para dejarlo protegido.
Cuando se realiza una técnica de regeneración ósea generalmente se tiene que esperar más tiempo, entre 4 y 6 meses, para que el biomaterial y el implante dental se integren en el hueso. La ventaja es que, en bastantes ocasiones, el implante dental se puede colocar en el mismo acto quirúrgico que la regeneración ósea.
Las cirugías regenerativas no suelen llevar más de 1 hora y la recuperación suele ser rápida (2-4 días). Se realiza bajo anestesia local y, en ocasiones, se complementa con sedación consciente.